Las Brisas

Conoce este café en detalle

Marvin Carias es productor de primera generación.

En 1990 compró las primeras hectáreas de finca Las Brisas y con los años ha ido reinvirtiendo beneficios y ampliando sus tierras hasta las 350 hectáreas que componen la finca a día de hoy.

La biodiversidad de la finca juega un papel imprescindible en la calidad y continuidad de sus lotes. Marvin combina la siembra de cafetos con árboles de aguacate, pino y roble, entre otros, para mantener el microclima y brindar sombra a los cafetos.

Este lote se compone de la primera selección de las mejores cerezas una vez recogidas a mano en su punto óptimo de madurez. Las cerezas se despulpan y se someten a un proceso de lavado clásico para separar todo el mucílago del grano. A continuación se dejan secar en camas elevadas.

Conoce al productor

Las Brisas es una finca que se encuentra ubicada cerca del departamento de Mataquescuintla, en la región de Jalapa, al sur-oriente de la República de Guatemala.

La finca se encuentra a entre 1.600 y 1.700 metros y tiene una temperatura media 18.9 grados todo el año.

Cuenta con lluvia abundante, especialmente en los meses de verano, donde la temperatura también es un poco más elevada.

La altitud, el clima y la lluvia abundante en algunos meses hacen de este emplazamiento un lugar ideal para el cultivo de café. Los cafetos de esta finca crecen a la sombra de diferentes árboles como aguacateros, robles, pinos, guachipilines o jícaros. Lo que hace que el proceso de maduración sea más lento.

Marvin Carias, emprendedor del café de especialidad

Marvin Carias es el propietario de la finca Las Brisas pero su familia no había estado antes involucrada en el cultivo del café.

Marvin compró las primeras hectáreas de la finca Las Brisas en 1990 y desde ese momento comenzó a cultivar café.

La experiencia y la formación han hecho que el café que se cultiva en Las Brisas sea de una excelente calidad, y por eso te traemos este lote.

Marvin empezó con pocas hectáreas y en una zona montañosa, de difícil cultivo.

Pero su perseverancia y saber hacer han hecho que cada año, reinvirtiendo los beneficios del café, la finca haya crecido hasta las 350 hectáreas con las que cuenta ahora.

Marvin y su equipo ayudan a que se mantenga el ecosistema natural y aprovechan los recursos disponibles, como la sombra de los árboles, para beneficios del cultivo.

El procesado del café en la finca Las Brisas

Este lote se compone de la primera selección de las mejores cerezas de esta finca. Las cerezas se recogen a manos y solo cuando han llegado a su punto óptimo de madurez.

Es el momento en el que tienen más sutilezas de sabor y pueden ofrecer un perfil de taza más completo. Las cerezas que no pasan la selección se utilizan para lotes de menor calidad.

Una vez recogidas, las cerezas son tratadas con un proceso lavado.

Las cerezas se despulpan en cuanto se recogen y se lavan con agua para eliminar cualquier resto de mucílago.

El procesado lavado hace que la fermentación natural, que comienza en cuanto las cerezas se han separado de la planta, se detenga.
Se crea un perfil limpio en la taza, donde lo que resalta son las cualidades propias del grano de café.

Una vez lavadas las semillas de café se dejan secar durante aproximadamente dos semanas en camas elevadas.

Durante este tiempo hay que voltearlas regularmente para asegurar un secado uniforme.

Finca Las Brisas, un incentivo a la economía local

Muchos caficultores se encargan personalmente del cultivo y recogida del café, pero en muchas ocasiones el procesado se hace en una estación de lavado común o de una cooperativa.

En el caso de Marvin, decidió establecer una planta de lavado y procesado en su granja para tener control sobre todo el proceso.

De esta forma se hace que se pueda controlar mejor la calidad en toda la cadena hasta que el café está listo para exportar.

El lento pero constante incremento del tamaño de la finca Las Brisas y el hecho de que se procese el café en la misma finca hace necesaria mucha mano de obra.

Marvin cuenta con un equipo fijo, pero en época de cosecha y procesado necesita contratar más gente para ayudar, lo que es un gran incentivo para la economía local.

Parte de la filosofía del café de especialidad es que sea de trato justo con los productores y que les permita tener una calidad de vida digna.

Fórmula a la que se llega a través del trato directo con los productores, como Marvin, y pagando un precio justo, mayor al de mercado, por el café.