Chelbesa
Conoce este café en detalle
Chelbesa es un café etíope producido por alrededor de 1.000 pequeños agricultores que cultivan las variedades Korume y Wolisho en parcelas de 2 a 3 hectáreas, a más de 1.950 metros de altitud en Yirgacheffe.
Las cerezas se entregan en la estación de lavado Chelbesa One, gestionada por SNAP Specialty Coffee, un proyecto fundado en 2008 con el compromiso de mejorar la vida de los productores a través de la educación, la sostenibilidad y la consistencia.
El proceso lavado comienza con una selección en agua, seguido de despulpado y fermentación en seco durante 2-3 días.
Después, el café se lava y se seca lentamente durante 7-10 días en camas elevadas, moviendo el pergamino a diario para asegurar una humedad uniforme.
El resultado es una expresión limpia y vibrante de la tradición cafetera etíope.
Conoce al productor
Chelbesa: la esencia del café etíope desde Yirgacheffe
Un origen en las tierras altas
En el corazón de Yirgacheffe, una de las regiones cafetaleras más reconocidas del mundo, nace Chelbesa, un café que encarna la esencia y la tradición de Etiopía. Cultivado a altitudes que oscilan entre los 1.950 y 2.200 metros sobre el nivel del mar, este lote es el fruto del trabajo de aproximadamente 1.000 pequeños productores, cada uno con parcelas de entre 2 y 3 hectáreas. En estas tierras altas, las variedades etíopes Korume y Wolisho encuentran un entorno perfecto para desarrollar su perfil aromático único.
La comunidad detrás del café
Chelbesa toma su nombre del “kebele” o comunidad local donde se ubica la estación de lavado Chelbesa One, en la zona de Gedeb. Es aquí donde las cerezas, cuidadosamente recolectadas a mano en su punto óptimo de maduración, son entregadas por los productores locales. La estación de lavado es gestionada por SNAP Specialty Coffee, un socio fundamental en la cadena de valor de este café, que desde 2008 trabaja para elevar la calidad y mejorar las condiciones de vida de los caficultores etíopes.
Un proceso cuidado al detalle
El proceso que da vida a este café comienza con una selección en agua, donde las cerezas defectuosas o “flotadores” se separan cuidadosamente. A continuación, se despulpan y se dejan fermentar en seco en tanques durante 2 o 3 días, un paso clave para desarrollar la complejidad y limpieza de la taza. Después, el café se lava y se coloca sobre camas elevadas para un secado lento y uniforme, que dura entre 7 y 10 días dependiendo del clima. Durante este tiempo, el pergamino se mueve varias veces al día para asegurar que la humedad se distribuya de manera homogénea, preservando así la calidad del grano.
SNAP Specialty Coffee: más que un beneficiado
Detrás de este trabajo minucioso está SNAP Specialty Coffee, fundada en Addis Abeba por Negusse en 2008. La empresa opera actualmente siete estaciones de lavado en zonas clave como Sidama, Yirgacheffe y la región de Guji. Su modelo de trabajo se apoya en tres pilares fundamentales: consistencia, educación y sostenibilidad. Pero su labor va mucho más allá de procesar café: se involucran activamente en la formación de los productores para fortalecer la resiliencia y la rentabilidad de sus cultivos.
Impacto social y medioambiental
Solo el año pasado, su equipo de agrónomos capacitó a más de 6.000 caficultores en manejo de tierras, viveros y prácticas agrícolas sostenibles. Este enfoque incluye la diversificación de cultivos y el intercalado (intercropping), una técnica que no solo protege el suelo, sino que también proporciona ingresos adicionales a las familias productoras. Este compromiso social y medioambiental se traduce en un impacto directo en la calidad de vida de las comunidades, al tiempo que fortalece la sostenibilidad del café etíope a largo plazo.
Notas de cata: un viaje sensorial
El resultado de todo este esfuerzo se percibe en cada sorbo de Chelbesa: un café lavado que destaca por sus clásicas notas florales de jazmín y bergamota, con una base dulce de melocotón y vainilla y un fondo sutil de grosella. Su final es prolongado y afrutado, con una acidez melosa y un cuerpo sedoso que lo convierten en una experiencia sensorial inconfundible.
Más que un café, una historia
Chelbesa no es solo un café, sino la suma de historias, tradiciones y manos expertas que trabajan con pasión para ofrecernos lo mejor de Etiopía. Desde las parcelas familiares en las colinas de Yirgacheffe hasta la taza final, cada paso está impregnado de cuidado, conocimiento y un profundo respeto por la tierra y sus frutos. Probarlo es conectar con una cultura cafetera milenaria y con un proyecto que mira al futuro sin perder de vista sus raíces.