Yulchen café de especialidad cultivado entre las rocas de Huehuetenango
Productor de segunda generación de café de especialidad
Durante la cosecha, Sebastián y su familia se aseguran de que solo se recojan las cerezas maduras.
Las cerezas se despulpan el mismo día y se dejan fermentar en tanques de agua durante 24 horas.
A continuación, los granos se lavan y finalmente se secan en un patio al sol durante cinco días.
Una finca entre rocas
La finca lleva el nombre de las grandes piedras que rodean la finca y mantienen bajas las temperaturas, además de crear cuevas donde viven murciélagos y otras aves.
“La tierra fue heredada por mis padres. Cultivábamos alubias hasta que decidimos plantar un poco de café para consumo familiar y tostarlo en “comales” (sartenes).
Molíamos los granos en molinos de piedra y así preparábamos el café.
Mi esposa me apoyó cuando decidí dar el paso y plantar cafetos en el resto de la finca”, explica Sebastián.
¿Qué depara el futuro?
Con la esperanza de que un enfoque en la mejora constante de la calidad también signifique un futuro mejor para su familia.
“Nuestra pequeña finca es el sustento económico de toda nuestra familia. Todos nos involucramos y tenemos un papel importante. Mis hijos y yo nos ocupamos de las prácticas agrícolas; durante la cosecha recogemos y transportamos el café mientras mi esposa y mis hijas se encargan del procesado y secado”, nos cuenta Sebastián.